Inestabilidad emocional vs sufrir un Trastorno de Personalidad. Claves para diferenciar

9 Dic, 2024

En este artículo hablaremos sobre la inestabilidad emocional, con el propósito de que el lector identifique las diferencias entre padecer un trastorno con dicha sintomatología y el tener una personalidad emocionalmente inestable.

Contexto

El papel adaptativo de las emociones es innegable. Incluso aquellas emociones que suelen considerarse desagradables, como el miedo o la ira, han desempeñado un papel crucial en la supervivencia y resiliencia del ser humano. Sin embargo, cuando las emociones se intensifican y fluctúan de manera excesiva, pueden comprometer significativamente el bienestar del individuo, dificultando su funcionamiento cotidiano y la construcción de relaciones saludables.

Es esencial reconocer los síntomas de la inestabilidad emocional y poder diferenciar entre un trastorno de personalidad y un rasgo dentro del espectro del neuroticismo. Esta claridad es fundamental para buscar el apoyo y tratamiento adecuados que permitan abordar la situación de manera eficaz.

 

¿Qué es la inestabilidad emocional?

Para comprender este concepto, antes tenemos que hablar de qué son las emociones:

Las emociones son respuestas psicofisiológicas que experimentamos en reacción a ciertos estímulos, situaciones o pensamientos. La intensidad, duración y el tipo de respuesta emocional varía de una persona a otra y también puede fluctuar en función de diferentes factores, como el contexto, las experiencias pasadas, el grado de vulnerabilidad y las habilidades individuales de regulación emocional. 

Con base a los recursos personales para la recuperación y el afrontamiento, las personas pueden reaccionar con conductas adaptativas que les ayuden a mantener su estabilidad emocional, o con conductas inadaptadas que fomentan la desestabilización emocional (Santiago, 2013).

La inestabilidad emocional se refiere a la dificultad para predecir y regular las propias reacciones emocionales. Las personas que la experimentan suelen tener cambios de humor repentinos y extremos, que pueden parecer desproporcionados en relación con los eventos que los desencadenan. Hay dos conceptos clave que influyen en el grado en que un individuo puede ubicarse en el continuo de la estabilidad a la inestabilidad emocional

  1. La vulnerabilidad emocional
  2. Habilidades de regulación emocional

inestabilidad emocional

De esta manera, a mayor vulnerabilidad emocional y menos habilidades para regularlas, el resultado es una mayor gravedad de la inestabilidad afectiva

La vulnerabilidad y la regulación emocional

Según Marsha Linehan (2015), la vulnerabilidad emocional se define por los siguientes aspectos:

  1. Una alta afectividad negativa como línea base, donde el estado emocional suele ser intenso.
  2. Gran sensibilidad a los estímulos emocionales.
  3. Respuestas intensas frente a dichos estímulos.
  4. Un retorno lento a la línea base emocional.

En otras palabras, las personas emocionalmente vulnerables tienden a ser más receptivas a las emociones, experimentan sentimientos con mayor frecuencia que otros, pueden sentirse abrumadas por emociones que surgen inesperadamente y, en general, sienten sus emociones con mayor intensidad.

En cuanto a la regulación emocional, Linehan la define como la capacidad para:

  1. Inhibir impulsos y conductas disruptivas que surgen de emociones intensas, tanto negativas como positivas.
  2. Organizarse para actuar en función de metas externas, priorizando un enfoque racional sobre el emocional cuando sea necesario.
  3. Calmarse a sí mismo en momentos de agitación emocional.
  4. Reorientar la atención cuando se experimentan emociones intensas.

La habilidad de una persona para regular sus emociones puede ayudar a moderar su intensidad. Aquellos que han desarrollado competencias en gestión emocional son capaces de experimentar emociones intensas, pero tienen un mayor control sobre la manera en que deciden expresarlas.

 

¿En qué consiste la inestabilidad emocional? ¿A qué afecta?

Algunas de las manifestaciones de la inestabilidad emocional incluyen:

  • Cambios rápidos de humor: Alteraciones súbitas, pasando de la alegría a la tristeza o la ira en poco tiempo.
  • Baja tolerancia a la frustración: Dificultad para manejar situaciones que no se desarrollan como se esperaba.
  • Relaciones personales complejas: Problemas para mantener relaciones estables debido a las fluctuaciones emocionales.
  • Hipersensibilidad: Reacciones intensas a estímulos que otras personas podrían considerar menores.
  • Inseguridad y baja autoestima: Autoconcepto negativo debido a la comparación con los otros.
  • Dificultad para ser perseverante y conseguir objetivos: La oscilación del estado anímico obstaculiza el mantener metas vitales.

 

Inestabilidad: ¿Síntoma de un desorden mental o rasgo de personalidad?

Esta condición a menudo se asocia con varios trastornos psicológicos, como el trastorno límite de la personalidad (TLP), el trastorno bipolar, o el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)

Sin embargo, muchas personas con inestabilidad emocional no cumplen con todos los criterios necesarios para ser diagnosticadas con un trastorno o enfermedad mental, lo que permite un pronóstico más favorable. Esta inestabilidad se considera una característica de la personalidad que, aunque puede provocar un gran sufrimiento, no impide que estas personas sean funcionales y estén relativamente adaptadas a la sociedad.

 

¿Qué diferencia hay entre ser diagnosticado con inestabilidad emocional o sufrir un Trastorno de Personalidad?

De acuerdo con el DSM (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, elaborado por la Asociación Americana de Psiquiatría), un trastorno de la personalidad es un patrón permanente e inflexible de experiencia interna y de comportamiento que se aparta acusadamente de las expectativas de la cultura del sujeto, tiene su inicio en la adolescencia o principio de la edad adulta, es estable a lo largo del tiempo y conduce a malestar y discapacidad. Mientras que respecto al TLP en particular, consiste en un patrón persistente de inestabilidad en las relaciones interpersonales, afecto y autoimagen con escaso control de impulsos. 

 

¿Es un síntoma de un diagnóstico de TLP?

Para diagnosticar TLP, el DSM propone 9 criterios, siendo uno de ellos la inestabilidad afectiva. El criterio 6 para diagnosticar TLP según el DSM-5-TR dice:

  • Inestabilidad afectiva debida a una reactividad marcada del estado de ánimo (por ejemplo, episodios intensos de disforia, irritabilidad o ansiedad que suelen durar unas horas y rara vez más de unos pocos días).

Por tanto, NO se trataría de un trastorno en los casos en los que la inestabilidad del estado de ánimo no va acompañada de otros síntomas (tales como alteración de la identidad, sensación crónica de vacío, terror al abandono, etc.), y no provoca un deterioro significativo que permitan su funcionalidad y adaptación a la sociedad.

Generalmente los casos graves de inestabilidad emocional son diagnosticados con TLP. Pero también es posible que algunos pacientes hayan recibido el diagnóstico de Trastorno de Personalidad emocionalmente inestable.

 

Trastorno Límite de la Personalidad Vs Trastorno emocionalmente inestable

Ambos trastornos son prácticamente lo mismo, la diferencia en la terminología es el sistema de clasificación que se utilizó para realizar el diagnóstico. TLP es el nombre de la enfermedad con base al DSM, mientras que la otra etiqueta diagnóstica es como está clasificado el trastorno en el CIE (Clasificación Internacional de Enfermedades, desarrollado por la Organización Mundial de la Salud).

Los lectores habituales de este blog están bastante familiarizados con los 9 criterios para TLP que nos proporciona el DSM, por lo que puede ser de interés conocer las características que se incluyen en el CIE-10 para el trastorno de personalidad emocionalmente inestable:

Trastorno limite e inestabilidad emocional

Conclusión

En conclusión, reconocer los síntomas y signos de la inestabilidad emocional es fundamental para facilitar una identificación e intervención tempranas. Las personas que experimentan este tipo de inestabilidad suelen sufrir cambios emocionales intensos y rápidos, lo que dificulta la regulación efectiva de sus sentimientos. 

La detección y la intervención tempranas son críticas, ya que la inestabilidad emocional puede influir significativamente en la calidad de vida de un individuo. Al buscar ayuda y apoyo, las personas tienen la oportunidad de aprender mecanismos de afrontamiento y desarrollar habilidades para gestionar sus emociones de forma más efectiva. 

Es esencial recordar que la inestabilidad emocional es un problema común de salud mental, que no siempre se asocia con un trastorno de personalidad. Identificar esta diferencia es clave para acceder al apoyo profesional y al tratamiento más adecuado.

 

Bibliografía

  • Linehan, M. M. (2015). *DBT skills training manual* (2.ª ed.). Guilford Press.
  • Santiago S.(2013). Tratando la Inestabilidad Emocional. Terapia Icónica. 3ªed. Madrid: Pirámide.
  • American Psychiatric Association. (2022). *Diagnostic and statistical manual of mental disorders* (5th ed., text rev.). Arlington, VA: American Psychiatric Publishing.
  • ICD Code. (n.d.). CIE-10: Código F60.3. Recuperado de https://icdcode.info/espanol/cie-10/codigo-f60.3.html

Acerca del autor

Rosalba Miramontes

Rosalba Miramontes

Psicóloga en AMAI TLP

Psicóloga sanitaria especializada en terapia de esquemas, terapia sistémica familiar y terapia dialéctico-conductual. Posee formación en ciencias fisiológicas y orientación familiar siendo además docente universitaria

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